01 abril 2006

Tragedia

Tragedia es una forma dramática cuyos personajes protagónicos se ven enfrentados de manera misteriosa, inexpugnable e inevitable contra el universo o los dioses, moviéndose siempre hacia un desenlace fatal por una fuerza ciega, la fatalidad, el sino, el hado o fatum; las tragedias han de acabar forzosamente en muerte o en locura del personaje principal, que es sacrificado así­ a esa fuerza que se le impone y contra la que se rebela con orgullo insolente o hybris. La tragedia nació como tal en Grecia con las obras de Tespis y Frinico, y se consolidó con la tríada de grandes trágicos del clasicismo griego: Esquilo, Sófocles y Eurí­pides.
La tragedia se crea a partir de la acción dramática del personaje protagónico y en ella no existen personajes cómicos; si estos aparecen se trata de otro género, el drama a secas o, si la acción sucede en el siglo XIX y mezcla prosa y verso y posee tema histórico, el drama romántico, y no tragedia.
El protagonista del drama es excepcional por su virtud, conciencia o rango social: está fuera de lo común. Por ende posee un profundo sentido ético y padece una pasión profunda (pathos) que los racionalistas griegos identificaban con un mal o enfermedad. Por ello, el conflicto del personaje protagónico suele ser, las más de las veces, consigo mismo y con las fuerzas de la naturaleza; de suerte que su lucha es por el restablecimiento del orden cósmico, apelando al conocimiento y la posterior superación para la realización de su grandeza, a través de la catarsis que le purifica, más que a él, al espectador. La Tragedia es, junto con la Comedia, una de las formas clásicas del drama griego, y uno de los tres géneros dramáticos llamados realistas, siendo el tercero la Farsa.

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