28 abril 2006

Pedro Páramo

El martes hablamos sobre Pedro Páramo. Joaquí­n hace una muy buena presentación.
Calor temprano en la placentera terracita de los Austrias, que anuncia un verano cada vez más caliente. Plácido escenario para hablar del infierno de Comala, mito de culpa y castigo, paraí­so perdido.
Un pueblo sometido es un pueblo muerto. Este es un pueblo muerto que habla y se libera a través de la palabra (monólogo interior y diálogo). Esa palabra configura a los personajes. No hay descripciones físicas porque representan arquetipos.
Siglos de represión han llevado al campesino mexicano al silencio y a la apatí­a. Los personajes son parcos. El lenguaje es simple, salvo las voces poéticas de Pedro Páramo, Juan Preciado y Susana San Juan, que curiosamente tienen nombre y apellido.
Pedro Páramo es un sí­mbolo. Representa el poder absoluto, violento y manipulador, due?o de las tierras y las personas, con la complicidad de la iglesia y la ley. Finalmente, destrucción total. La visión es fatalista. Imposibilidad de controlar el destino y de alcanzar el amor. No hay esperanzas de redención pues la vida y la muerte son una misma. Para dar esa idea, Rulfo recurre a la yuxtaposición de planos temporales.
Se habla de la existencia de Dios. Tenemos diferentes posturas.
En Comala, el paisaje es desolador, inquietante y poético. Las fuerzas de la naturaleza y los animales sirven para reforzar sentimientos o anunciar hechos. Así­, por ejemplo, Abundio y los burros, los cuervos que pasan después de decir que era hijo de Pedro, el pájaro burlón y la muerte de Miguel, el toro y Pedro. Curiosamente, en los 3 últimos libros que hemos leí­do aparece un caballo y su estrecha relaciółn con alguno de los personajes. El ruido del agua es recurrente y marca situaciones.
Un libro extraordinario.

1 comentario:

Efímera dijo...

Gracias, Cangreja, por tus comentarios sobre PP.
Hasta Bufalino.