26 febrero 2006

De novelas...

Si de verdad les interesa lo que voy a contarles, lo primero que querran saber es dónde nací­, cółmo fue todo ese rollo de mi infancia, qué hací­an mis padres antes de tenerme a mí, y demás pu?etas estilo David Copperfield, pero no tengo ganas de contarles nada de eso. Primero porque es una lata, y, segundo, porque a mis padres les darí­a un ataque si yo me pusiera aquí­ a hablarles de su vida privada. Para esas cosas son muy especiales, sobre todo mi padre. Son buena gente, no digo que no, pero a quisquillosos no hay quien les gane. Además, no crean que voy a contarles mi autografí­a con pelos y se?ales. Sólo voy a hablarles de una cosa de locos que me pasó durante las Navidades pasadas, antes de que me quedara tan débil que tuvieran que mandarme aquí­ a reponerme un poco. A D.B. tampoco le he contado más, y eso que es mi hermano. Vive en Hollywood. Como no está muy lejos de este antro, suele venir a verme casi todos los fines de semana. El será quien me lleve a casa cuando salga de aquí­, quizá el mes próximo.

1 comentario:

Norma dijo...

¡El guardián entre el centeno!, ... de Salinger