Miércoles. Madrid. Hoy hace bueno, aunque anuncian frío invernal para este fin de semana. Las obras siguen bajo la ventana, pero es igual: ya está colocado el cartel de "Aparcamiento para Residentes" y cualquier mañana me amanezco con una inauguración en marcha. El tendero escudriña por un roto de la valla. Se sabe hasta sus nombres, pero claro, a la mayoría de los obreros les agradecieron su entrega en un almuerzo al aire libre, ahí no más, en esa esquina, justo cuando terminaron de colocar la cubierta.
La ciudad despierta de su rutina y se prepara para otro gran fenómeno: Fiestas. Las calles se van coronando pausadamente con cristales apagados; los comercios lucen rojo y blanco por doquier; surgen los primeros y tímidos contactos indagatorios en las familias... ¡Otra Navidad ya está aquí!
Efímera: estas fiestas te pertenecen. ¡Son tan fugaces!
A los demás: no desesperéis, todo llega. ¡También los accesos!
23 noviembre 2005
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