Ojalá encontremos por la madriguera del ... 2006, nuestros deseos. FELIZ AÑO.
6.
A. empezaba a cansarse de estar sentada con su hermana a la orilla del rĂo sin hacer nada: habĂa asomado una o dos veces al libro que leĂa su hermana, pero no tenĂa ni ilustraciones ni diálogos, "ÂżY para quĂ© sirve un libro sin ilustraciones ni diálogos?", se preguntaba A.
Por este motivo se encontrĂł pensando (con cierto esfuerzo, pues el calor de aquel dĂa le adormilaba y entontecĂa) si el placer de tejer una guirnalda de margaritas recompensaba el esfuerzo de levantarse para recogerlas, cuando, de golpe, pasĂł junto a ella un conejo blanco de ojos rosados.
La cosa no tenĂa nada especial, ni tampoco le pareciĂł a A. muy extraño qu eel conejo dijera bajito: "¡Ay! ¡Ay! ¡Dios mĂo! ¡QuĂ© tarde voy a llegar!" (cuando lo pensĂł más tarde, concluyĂł que le debĂa haber llamado mucho la atenciĂłn, mas en aquel momento todo le pareciĂł lo más natural). Sin embargo, cuando además vio que el conejo se sacaba un reloj del bolsillo del chaleco, miraba la hora y luego echaba a correr, A. se levantĂł de un brinco, al darse cuenta repentinamente que nunca habĂa visto un conejo con chaleco y aĂşn menos con un reloj de bolsillo. Y ardiendo de curiosidad, siguiĂł al conejo por la pradera y llegĂł justo a ver cĂłmo se colaba rápido por la madriguera, que se abrĂa al pie del seto.
Un momento despuĂ©s desaparecĂa tambiĂ©n A. por la madriguera, sin pararse a pensar cĂłmo se las arreglarĂa para salir de allĂ. De entrada, la madriguera era como un tĂşnel todo seguido, pero, bruscamente, torciĂł hacia abajo tan inesperadamente, que A. no tuvo tiempo ni de pensar en detenerse y se encontrĂł cayendo vertiginosamente por lo que parecĂa un pozo muy profundo.
Ya porque, en realidad, el pozo fuese muy profundo, o porque cayera muy despacio, mientras descendĂa A. pudo mirar a su alrededor con toda tranquilidad y preguntarse quĂ© le sucederĂa despuĂ©s.
2 comentarios:
Adla, guapa, ya tienes solucionado el problema. Besos y Feliz Año Nuevo.
Adla, creo que se trata de Alicia en el paĂs de las maravillas, de Lewis Carrol. Gracias.
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