25 junio 2009

Las locas subrepticias

Alicia Migdal describe un prototipo en la obra de Onetti: "Las Locas".No se refiere "a las oficiales, clásicas, pertenecientes a la historia publica de Santa María (como Julita Malabia en Juntacadáveres, Angélica Inés Petrus en El astillero o Moncha Insurralde en La novia robada), sino a las locas subrepticias, las que lo parecen y no lo son, las que son nombradas por el tedio y la rutina de los hombres. Se trata de mujeres a las que convendría más el apelativo de rebeldes o "infractoras", que, añade Migdal, tienen una capacidad de absoluto (vivencia y acto) que las expulsa, necesariamente, de la vida del relato. Entre ellas, cita a Mami, de La vida breve, que pasea con ayuda de un plano por Paris sin salir de Buenos Aires; la muchacha sin nombre de Los adioses, de la que nunca sabremos si es sólo la hija sino también la amante del protagonista; y "locas de amor"como la Magda de Cuando entonces.Todas ellas son más intensas y genuinas que la imagen que dan de ellas quienes las narran, siempre hombres y todas están marcadas por el "signo de la piedad". A esta estirpe pertenecen también la Kirsten de Esberg, en la costa y la Gracia César de El infierno tan temido. Hay en ellas algo desmedido y heroico, en el amor, en el exceso, en la fantasía, en el desafio a los límites de la realidad.También se frustan, como los hombres, pero su fracaso exhala cierta grandeza porque fracasan en empresas de gran audacia y temeridad, sin la mezquina sordidez de tantos personajes masculinos

11 junio 2009

Secuencias

Dejó de leer el relato en el punto donde un personaje dejaba de leer el relato en el lugar donde un personaje dejaba de leer y se encaminaba a la casa donde alguien que lo esperaba se había puesto a leer un relato para matar el tiempo y llegaba al lugar donde un personaje dejaba de leer y se encaminaba hacia donde alguien que lo esperaba se había puesto a leer un relato para matar el tiempo.
Julio Cortázar