10 diciembre 2005

Desde un país de sombras alargadas

Me he venido al norte de mi tierra: Hace frío, si; pero agradezco que no llueva ni tampoco nieve. Sale el sol. Redondo. Inclinado. Y estátan cerca que parece que lo pudieras alcanzar con las manos. Anochece a la hora del té ientras la luna comienza su ruta, allí mismo, sin llegar a colocarse nunca arriba de nuestras cabezas.

Las sombras han estado toda la tarde alargadas, los árboles pelados y esta casa anhelantemente silenciosa. Desde el desván veo un último vestigio rojo de luz, y de repente ya es noche cerrada.

Estoy con Coetze: Un lugar en ninguna parte. Es desgarrador, e inquietante. Desde la primera página.

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