27 mayo 2006

De Antoinette a Beckett

Antonia era la ex novia irlandesa de J, y se ve que a mí­, recién casadita, me impresionaba que fuera nieta de Beckett. Lo leo en los anaqueles de la vieja librerí­a del estudio. Me debí­ comprar toda la obra del autor irlandés, para enterarme de a qué recuerdo debĂ­a hacer enfrente. Reeleré Molloy e intentaré buscar los miedos de aquella época. Mientras tanto, cuelgo la ficha biográfica del autor. Se me olvidaba, J y yo nos encontramos con Antoinette en Archy. La irlandesa, vestí­a una chaqueta avejentada y bebí­a whisky, iba con su marido, un diplomático que se suicidó a?os después. Recuerdo que entre el bullicio de los vasos tuve sensación de triunfo. Pero ahora ese arco iris lo interpreto como algo recóndito y oscuro. La mezquindad nos hace insoportablemente humanas.

Escritor irlandés nacido en Foxrock, 1906. hijo de padres protestantes, estudió en el Trinity College de Dublín. En 1927, terminó la Licenciatura en Italiano y Francés. En 1933, emigró a Parí­s como lector de la "Ecole Normale Superieure". En Paris conoció al escritor James Joyce, del que fue secretario y que ejerció gran influencia en su obra. En 1940 Beckett se unió a la Resistencia Francesa contra la ocupación nazi, su grupo cayó en 1942 y se vio forzado a huir a la Francia Libre perseguido por la Gestapo.
En los a?os cincuenta comienza su perí­odo más prolí­fico con una trilogía de novelas: Molloy (1951), Malone muere (1952) El Innombrable (1953).
Su nombre se asocia, sobre todo, al
Teatro del absurdo con la obra Esperando a Godot estrenada el 5 de enero de 1952 en Parí­s. Manuel Vázquez Montalbán define a esta obra como una metáfora de la esperanza inútil
En
1961 le otorgan el premio Internacional de Literatura compartido con Jorge Luis Borges por su contribución a la literatura mundial y en 1969 gana el premio Nobel de Literatura. que recogió su editor
Está enterrado en el cementerio de Montparnasse en Paris.
Su obra
Toda la obra de Beckett está atravesada por la percepción de la tragedia que es el nacimiento. Frente a este dictamen lúcido y pascaliano de abandono, el hombre permanece excluido, sin tregua, al borde de la asfixia, en un <>, ni feliz ni desgraciado. Para el Irlandés, autor de Fin de partida, esta condición debe ser vivida pese a todo, plenamente, con vitalidad. Para esta vida, Beckett nos propone una coartada: la literatura o el arte, ellos pueden inyectar en el desastre algo tolerable, una onza de música y de aliento existencial. Pues como dice al final de El Innombrable: "hay que seguir, todo debe seguir"; hay que buscar un sentido, a pesar de todo
Citas citables
Uno de los dos ladrones se salvó. Es un porcentaje razonable.
Todos nacemos locos. Algunos continúan así siempre.
No existe pasión más poderosa que la pasión de la pereza.
En la Universidad de Dublí­n está la crema de Irlanda: ricos y brutos.
Obras
Escritor bilingüe, a partir de 1953, escribe en francés, y a veces en inglés; generalmente traducí­a la obra al otro idioma, adaptándola. Escribió novelas, piezas y textos varios para radio, televisión y cine.
Whoroscope
1930 poema escrito en inglés
Murphy
1938 escrita en inglés
Watt
1939 escrita en inglés
Mercier y Camier
1946 escrita en inglés
Molloy
1951
Malone muere
1951
Esperando a Godot 1952, versión en inglés de la obra creada en francés En attendant Godot
El Innombrable 1953
Textos para nada
1955
Fin de partida
1957, versión en inglés de la obra creada en francés Fin de partie
La última cinta
1958, Krapp's last tape, fue escrita en inglés y adapatada por Beckett al francés como La derni?re bande.
Dí­as felices
1961, fue escrita en inglés y luego traducida al francés por Beckett como Oh les beaux jours
Como es
1961 experimento literario radical
Eh Joe, pieza escrita para la BBC y presentada en
1966
Tétes-mortes
1967
Sin
1969
Primer amor
1970, sketch de cine cómico mudo
Residua colección de cuatro textos escritos entre
1957 y 1966
El despoblador
1970
Pour finir encore
1976
Poemas
1979
Catástrofe (dedicada a Vaclav Havel )
1982
Pavesas publicada por Tusquets en
1987 es una recopilación de todas las obras radiofónicas, televisivas y teatrales que por su corta extensión no pudieron publicarse en libro

1 comentario:

Efervescente dijo...

Yo también fui devoto de Becket. A mediados de los años setenta, leí su trilogía Molloy, Malone Muere y El Innombrable. Naturlamente también vi en teatro Esperando a Godot. Recuerdo sobre todo una escena de Molloy en la que el protagonista chupaba piedras que transportaba de un bolsillo a otro de su gabán. No me importaría volverlo a leer.