09 marzo 2006

Nieva sobre ZĂĽrs

Desde que he llegado a esta pequena aldea, huyendo de la desolacion por la muerte de Mama Sara , no ha parado de nevar. Las carreteras estan bloqueadas y las gentes tristes por no poder practicar su deporte favorito. Ellos, no saben que una extranjera es la sibila que le ha pedido a Dios que paralice la actividad, que ponga a sus angeles ociosos a hacer algo: llorar por una anciana obesa y carinosa, que un dia leyo a una nina Las mil y una noches y Martin Fierro y que como Faulkner, narraba historias de palurdos que en el cumplimiento de una promesa alcanzaban una dignidad divina. Si, ella me enseno el amor por las historias y, lo mas importante, a querer sin reservas. Nieva menos, porque a los angeles, como a las nietas ,tambien se les acaban las lagrimas.
Gracias, por vuestras condolencias.
Nos veremos en Ramales.
En este lugar blanco y silencioso como una mortaja, no hay acentos. Lo siento.

3 comentarios:

Norma dijo...

¡�nimo! Te echamos de menos el martes, vuelve pronto.

Cangreja dijo...

Siento lo de tu abuela. Un abrazo.

Efervescente dijo...

Tal vez no sea momento para felicitarte por tu texto. Pero quiero decirte que, al menos, tu abuela merecía este pequeño homenaje que a mí tanto me ha conmovido. Gracias por transmitirnoslo y hasta muy pronto.Besos. Joaquín.