04 marzo 2006

La última página. In Memoriam


La que leí­a mi abuela Sara, el pasado jueves, cuando una flecha pesada y dura...

El Mirlo

Marzo anochece gris entre los olmos desnudos, aunque sobre la hierba, donde el asfodelo y el jacinto ya apuntan en sus tallos, están abiertas las corolas del azafrán, encendidas de color lo mismo que una mejilla fresca contra este aire punzante. Cerca, desde tal clima sin hoja o cual alero, echándose penas a la espalda, silba sentido e irónico algún mirlo.

Tiene su cantar ahora la misma ligereza sin cansancio ni sombra que tuvo a la ma?ana, y al recogerse tras de la jornada volandera calla en su garganta la misma voz alegre de su despertar. Para él la luz del poniente es idéntica a del oriente en sosiego de plumas tibias ovilladas en el nido, idéntico a su vuelo de cruz loca por el aire, donde halla materia de tantas coplas silbadas.

Desde el aire trae a la tierra alguna semilla divina, un poco de luz mojada de rocio, con las cuales parece nutrir su existencia, no de pájaro sino de flor, y a las cuales debe esas notas claras, líquidas, traspasando su garganta. Igual que la violeta llena con su olor el aire de marzo, el mirlo llena con su voz la tierra de marzo. Y equivalente oposición dialéctica, primaveral e inverniza, a la que expresa el tiempo en esos dí­as, es la pasión y burla que expresa el pájaro en esas notas.


Como si la muerte no existiera, ?qué puede importarle al mirlo la muerte?, como si ella con su flecha pesada y dura no pudiera pasarle, silba el pájaro alegre, libre de toda razón humana. Y su alegrí­a contagiosa prende en el espí­ritu de quien oscuramente le escucha, formando con este espí­ritu y aquel cantar, tal la luz con el agua, un solo volumen etéreo.


Luis Cernuda,Ocnos(1963)

2 comentarios:

Efervescente dijo...

Sara, te mando un beso muy fuerte. Creo que una de las mejores maneras de recordar a nuestros seres queridos es contar cosas de ellos, también referirnos a ellos poéticamente.

Efervescente dijo...

Sara, te mando un beso muy fuerte. Creo que una de las mejores maneras de recordar a nuestros seres queridos es contar cosas de ellos, también referirnos a ellos poéticamente.