02 diciembre 2006

De novelas... ?Cómo empiezan?

24. Soy un hombre enfermo... Soy un hombre despechado. Soy un hombre antipático. Creo que padezco del hígado. sin embargo, no sé nada de mi dolencia ni sé a ciencia cierta de qué padezco. No estoy en tratamiento ni nunca lo he estado, aunque siento respeto por la medicina y los médicos. Por a?adidura, soy sumamente supersticioso, al menos lo suficiente para respetar la medicina. (Soy lo bastante culto para no ser supersticioso, pero soy supersticioso.) No se?or, me niego a ponerme en tratamiento por puro despecho. He ahí algo que ustedes probablemente no comprenden. Ahora bien, yo sí lo comprendo. Yo, por supuesto, no sabría explicarles contra quién precisamente va dirigido mi despecho en este caso; sé perfectamente que no puedo "jorobar"a los médicos por el hecho de no consultar con ellos; sé mejor que nadie que el único perjudicado en esto soy yo y sólo yo. En todo caso, si no me pongo en tratamiento es por despecho. ?Que mi higado está mal? ?Bueno, pues que se ponga peor!
Así llevo viviendo desde hace largo tiempo: unos veinte a?os. Ahora tengo cuarenta. Antes era funcionario público, pero ahora no lo soy. Era un mal funcionario: grosero y gustoso de serlo. En todo caso no me dejaba sobornar, por lo que eso, al menos, me servía de compensación.

1 comentario:

Efímera dijo...

Memorias del subsuelo, de Fiodor, Dostoievski.Monólogo de un antihéroe enajenado. Lo nuestro.