01 marzo 2007

Ultima crónica

Después de habernos colocado tranquilamente en la sala del fondo y a pesar de la camarera, a la cual no le venía demasiado cómodo que estuviéramos allí pero que finalmente lo aceptó de buena gana, el sosiego fue roto por un grupo muy ruidoso que nos obligó a emprender la retirada. Pero pudimos hallar nuestro sitio y, a pesar de algunas ausencias, comenzamos la tertulia entre las acostumbradas cervezas, patatas y papeles.

Yo adhiero a la propuesta de Sara de seguir con títulos que presenten un especial interés literario o que sean emblemáticos, pues es verdad que para leer libros más corrientes lo podemos hacer de manera individual.

La Casa Verde
Espacios geográficos (simbólicos):
Costa desértica: ciudad de Piura. La ciudad es aglomeración, velocidad, fragmentación, ruido y desarraigo.
Selva exuberante (lo primitivo), alto Marañón y Santa María de Nieva. Es la región de donde se extrae el caucho.
Lugares: Casa Verde (burdel) y convento. Aquí va un extracto de un artículo sobre el mito:“La oposición entre lo sagrado y lo profano constituye un principio fundamental para caracterizar al espacio mítico (y al tiempo mítico)”.

Duración: Unos 35-40 años.

Estructura:
La historia está dividida en 4 capítulos y un epílogo. Cada capítulo se divide a su vez en apartados.
La estructura es compleja, pero lógicamente articulada.
Hay discontinuidad porque da bruscos saltos en el tiempo y en los espacios, va atrás y adelante, fragmenta las historias, las deja y las retoma. De esa forma, crea un intenso ritmo en la narración y la necesidad de seguir leyendo para desenredar la trama.

Tiempo:
Por un lado, se estructura en distintos planos.
Por otro, es cíclico: la Casa Verde es destruida y luego reconstruida en otro lugar. Volvemos al mito del eterno retorno. "A diferencia del pensamiento judeo-cristiano que ordena los hechos en base a un objetivo lineal, el pensamiento pagano posee una concepción circular o cíclica de la historia".

Entonces, la escena apocalíptica en la que la Casa es destruida corresponde a los mitos que anuncian la destrucción final del mundo, para luego renacer.

Recursos:
Utiliza elipsis, cambio continuo de puntos de vista y cambio de estilo, dependiendo de quién hable en ese momento.
Aparte de los puntos de vista de los diferentes personajes, hay un narrador omnisciente.
Recurre a la personificación de los objetos.
Hay monólogo interior, diálogos, y diálogos asimilados dentro de los diálogos.

Gran importancia del entorno: determinismo. La vida está íntimamente ligada a la naturaleza.
Son recurrentes los elementos como el agua (sudor, lluvias, humedad, río), la tierra (bichos, vegetación cerrada), el fuego, el aire (calor agobiante, murciélagos, jejenes, moscas, gallinazas).

Continua oposición entre lo pagano y lo cristiano, el color oscuro o claro de la piel, la ciudad y la selva, lo primitivo y lo civilizado, la lengua: los que hablan dialectos indios y los que hablan español.

Personajes:
Hay personajes que sirven de nexo entre las historias y dan unidad a la novela: Lituma(Sargento), Bonifacia(Selvática), Lalita, Fushía y Aquilino, Anselmo. La novela se desenvuelve básicamente alrededor de ellos.
Don Anselmo: es caricaturesco. También es mítico pues no viene de ningún sitio preciso y
se le asigna un origen casi sobrenatural. Es respetado y admirado porque lleva a cabo el deseo colectivo de la gente.
Monjas y Padre García: También son satíricos. Representan la hipocresía y explotación de la iglesia en las misiones.
Hay una fuerte crítica social: machismo rancio, abusos de poder por parte del ejército y del político, violencia, sometimiento.
También hay una fuerte pulsión sexual en casi todas las historias.

Os transcribo otro párrafo de lo que he estado leyendo sobre el tiempo mítico y que me ha parecido interesante:
“La contraposición lineal/circular se asocia generalmente con la escritura y la no-escritura. La escritura es lineal mientras que lo no-escrito es cíclico. La concepción cíclica del tiempo y el pasado se relaciona con sistemas de comunicación no-escritas. La concepción lineal del tiempo se relaciona con sistemas escritos (Farris 1983). De ahí que en las sociedades modernas se piense el tiempo como flecha; es decir, de modo lineal, sucesivo e irreversible, porque es la duración propiamente dicha, con principio y fin en la que se inserta la existencia cotidiana y desacralizada, en una duración precaria y evanescente que conduce irremediablemente a la muerte; mientras que en las sociedades tradicionales se piensa el tiempo en forma circular, no-sucesivo y reversible, sin principio ni fin, como un eterno retorno cuya perspectiva es una no-duración, que no participa de la duración profana, donde la repetición confiere una realidad a los acontecimientos y éstos se repiten porque imitan un arquetipo: el acontecimiento ejemplar (Eliade, ops. cits.)“

1 comentario:

Efervescente dijo...

Oye, muy bien. Aunque la crónica podría ser más narrativa. Menos esquemática. Pero me gustó.